jueves, enero 31, 2008

De Río y otras yerbas

Mientras todas las personas de habla hispana me dicen: Eres Argentina? luego de oirme decir "hola", mientras yo me pregunto cómo mierda se dan cuenta? tanto se nota?, los brasileros encuentran que como hablamos la chilena, el peruano y yo "es lo mismo". Claro, mientras ellos distinguen si alguien es del norte o del sur del país, para mi hablan: complicado o muy complicado. Por suerte, ya no tanto.
Hace una semana que el tiempo está horrible y dicen que va a llover todo el carnaval. Te vas a mojar, te vas a agarrar una neomonía, dice una amiga desde Argentina. Qué me importa? Yo sólo quiero sambar. A lo sumo estaré enferma la semana siguiente para "à prova". Que me esperen. Una ha esperado tanto.
Eu ja estou falando portugueis, mias só un poquinho, e intercalo un "and" entre las frases cada tanto. Qué se le va a hacer. Una no puede con todo. Ya bastante tiene que luchar una consigo misma com para preocuparse sólo por el idioma. Que me encanta Río, que me quiero volver porque te extraño, no te querés venir?
Mis días transcurren con mucha locura en mi cabeza. Qué me importa. Estoy contenta. Se viene el carnaval. Sólo quiero sambar. Después, el tiempo dirá.

lunes, enero 21, 2008

Río duele

Río duele. Duele y mucho. El dolor se te mete en las tripas y te retuerce el alma. Suena una caja metálica con monedas a mi espalda. Me asusta. Suena en la espalda de todos los que tomamos una cerveza en la noche de Copacabana. También en las espaldas de los que toman caipirinhas.
Un chico de entre diez y doce años, negro-negrísimo, con los dientes salidos y una sonrisa gigante. Te pide monedas y todos lo ignoran. Una mujer que habla inglés y portugués lo llama. Comienza el show.
El chico es hermoso, un show-man por naturaleza. La bola sucia de su remera es ahora un gato o similar. Juega con las cabezas de todos los presentes haciendo que deja bichitos. La mujer lo llama, lo abraza, él la besa mucho. Con un mimo sin querer le corre un tatuaje que alguien le había hecho. Él se pone trist un épsilon de tiempo y se preocupa por las manos manchadas de ella. Le ofrece su pantalón (única ropa que lleva) para que se limpie.
La cosa sigue. Hace que todos nos riamos y nos besa a las mujeres que nos dejamos. A algunas las abraza más que al resto.
Te paste el alma. Va a todos lados con una bolsa de residuos. Un vendedor ambulante se reusa a venderle un juguete, diciendo que vale algo que no.
Al rato, se despide. Es como él dice: la realidad supera a la metáfora. El niño duerme en una bolsa de basura.

miércoles, enero 02, 2008

Río de Janeiro, Río de Janeiro, Río de Janeiro

Estamos en Río. Dijo estamos porque estoy con Pvncho. Y con Andrea (la chica que viaja conmigo). Y con Carolina (una chilena que conocimos). Y con Carlos (un peruano que conocimos).
Y no estamos, porque no tenemos aún donde estar. Pero estaremos.

Recibir el año nuevo acá fue un sueño. Dos millones de persones en la playa, un show de fuegos artificiales de puta madre y mucha diversión. Mucha gente en el mar, música en vivo, todo el mundo contento, cada uno en la suya, todos felices y disfrutando. Sacandole la parte de llegar a la playa en metro, en vagones donde ya no entraba más nadie y sin embargo seguía subiendo gente, donde no tenías que agarrarte porque la cantidad de gente te contenía...sacando eso, fue fantástico.

Estoy ahora en el Instituto donde voy a tomar el curso. Está en el medio del Jardín Botánico, rodeado de vegetación a más no poder. Belleza por donde se mire. El laboratorio de informática tiene aire, computadoras rápidas y monitores planos. Un lujo. La biblioteca es enorme, plagada de libros, sillones para leer. El Instituto tiene también una sala de juegos, por las dudas, vio? y café gratis, aunque esto último me resulta algo intrascendente ya que no tomo café. El único problema es que nos olvidamos el mate.

Concluyendo: Estoy bárbara! Gracias a todos los que me desearon surte y me tiraron buenas vibras con el tema de la visa. Sirvió. Me la dieron el último día posible.