domingo, noviembre 26, 2006

Color café

Ana tiene lágrimas color café. Se los juro, es verdad. Se pueden ver las manchas en todas sus hojas. Siempre que escribe llora, siempre. Sus escritos son puramente catárticos.
Ana se cree una mierda, su vida es una mierda. Todo lo que hace carece de sentido. Se siente inútil, intrascendente, una completa nada. Un día de estos se va a matar, ya lo tiene decidido. Se va a clavar una birome en su muñeca o, a lo sumo, una pluma. La va a mover un poco para agrandar la herida, y luego, con un último suspiro la va a arrancar de su cuerpo antes de empezar a desangrarse. Quiere hacerlo ya, pero tiene miedo. Teme que su sangre también sea color café, y eso la avergonzaría aún muerta.

viernes, noviembre 24, 2006

Post que hubiera tenido más sentido si lo subía días atrás cuando lo escribí

La ciudad es un caos. Literalmente es un caos. Hay hojas y ramas por doquier. Los autos están destrozados, los techos marcados y parabrisas estallados. La gente está nerviosa. Y contenta, después de todo le gusta ser protagonista y compiten tácitamente por ver quién tiene el daño peor.
Yo salí ilesa. Doscientos por ciento ilesa. Ni un vidrio ni una persiana, nada. Hasta me di el gusto con T de estar las dos pegadas al vidrio viendo la lluvia, las piedras y las hojas caer. Unas inconcientes totales, después nos dimos cuenta. Jamás imaginamos que iba a ser tan brusco todo.
Las calles poco a poco vuelven a la normalidad. Ya se fue el pastiche que las cubría y casi no hay vidrios. En las veredas hay inmensas montañas de hojas. Me gusta caminar por las calles ahora. Más de lo que siempre me gustó. Las calles están frescas y no lo digo por el frío. Sigue presente el olor a tormenta, a hoja mojada. Siempre disfruté eso: el olor de las plantas cuando cae la lluvia. Me parece un aroma realmente mágico, por llamarlo de algún modo.

Digo, de pronto me parece

Creo que me volví loca. Pero por ahora no voy a explicar por qué, ni mucho menos darlo del todo como cierto.

viernes, noviembre 03, 2006

Ascensor

Frecuentemente me sucede que llego al edificio de mi padre, entro al ascensor, cierro las puertas, aprieto el botón y nada pasa. Vuelvo a apretar, esta vez con más fuerza y nada, el ascensor sigue ahí. Repito la operación varias veces hasta que por fin me doy cuenta que estoy apretando Planta Baja.