Jugando eternamente a nada
Tanto llanto ¿para qué? Tanta angustia ¿para quién? ¿Quién llora cuando yo lloro? ¿Quién sufre cuando yo sufro?
Oídos sordos, indiferentes. Indiferencia. Espaldas blancas frente a mi. Respuestas sordas, vacías. Eterna soledad y soledad eterna. Entera. Eterna.
Lucho con mi soledad. Lucho con mi necedad. Y no la venzo. ¿O no la quiero vencer? No. Si quiero, sólo que no encuentro el cómo. Empiezo y termino siempre en el mismo lugar. ¿O será que nunca empecé realmente? ¿Será que este maldito juego terminó jugando conmigo? ¿Quién juega? ¿A qué juega? Será que simplemente no entiendo las instrucciones de cómo vivir.