No sé poner títulos

Cuando Julia le quiso decir a Marco que lo amaba se acobardó; no tuvo el valor suficiente. Y no porque no lo quisiera o porque temiese a no recibir un "Yo también" como respuesta sino porque le costaba mucho usar esa palabra. Después de todo, qué sabía ella lo que era el amor. Nunca lo había experimentado y tenía miedo que eso que sentía no fuera. Tenía miedo de equivocarse.
Mucho tiempo lo pensó, lo dudó y se lo replanteó. Nunca se animó a preguntar a nadie qué creían que era el amor, o cómo darse cuenta de si amaba a alguien, eso sí, ganas no le faltaron. Dubitó mucho, pero por más vueltas que le daba al asunto y por más que quería creer que ese sentimiento no era amor no había caso, siempre llegaba a que lo amaba.
Finalmente se animó. Se lo dijo en un sururro bajito, pero con la suficiente potencia como para que él la escuchara. Nunca sabrá cuál fue su cara, estaban a oscuras en su habitación. Supone que fue una expresión de felicidad o que al menos contenía una sonrisa, porque un instante después él la abrazó con toda su fuerza y le dijo: "yo también".


(Los nombres son sacados de un cuento de Pvncho, BCG, pero en el texto no aparecen los nombres en realidad, aparecen en una infografía que está en el último número de Fisiones. Recomiendo conseguirla, para hacerlo vean acá, y la infografía está acá.)